Uno de los momentos más anhelados de una pareja es el nacimiento de un hijo, es considerado como el fruto de su amor. Desde el momento de su concepción hasta el día de su nacimiento se generan muchas preguntas, causando en ocasiones mucha ansiedad.
Elegir el nombre, ¿A quién se va a parecer?, ¿Cómo tendrá el cabello? O ¿De qué color serán sus ojos?, son solo algunas de las interrogantes que rondan en la mente, no tan solo de los padres sino también de los familiares y amigos cercanos de la pareja.
Sin embargo, no es hasta el momento del parto en que logran obtener respuesta, a excepción de una de ellas que puede ser engañosa: El color real de ojos del bebé.
Para todos los que hemos visto un bebé recién nacido, es común encontrarnos con alguno que, al parecer tenga los ojos claros, sorpresa que dura unos pocos días luego del nacimiento. En esta ocasión descubriremos por qué el color de ojos de los bebes cambia con el tiempo.
El momento del parto, además de ser un momento de extrema felicidad, también se encuentra rodeado de múltiples comentarios y opiniones de las personas presentes.
Uno de los motivos de esto, suele ser al detallar al bebé al nacer. Y vaya sorpresa si es el caso de que al bebé se le notan los ojos de un color claro.
Aunque lo más importante es que sus ojos estén sanos, el color ha tomado un papel primordial con el paso del tiempo y al encontrarse con un par de ojos claros, esta alegría lleva a los papás a sentirse orgullosos del hecho.
lo comienzan a presumir entre los familiares presentes y entre ellos comienzan a deducir de donde viene ese color de ojos, cuál de sus parientes ascendientes los tiene iguales a los del bebé.
No obstante, solo algunos bebés nacen con esta particularidad, ya que hay un gran porcentaje que nace con los ojos de color marrón, en este caso se mantendrán de esa tonalidad o se volverán negros.
¿Hay algo mal en los ojos del bebé?
No, en lo absoluto. El hecho de que un bebé nazca con los ojos claros sin aparente razón no es un evento para alarmarse, por el contrario, es algo muy común en los primeros días de vida de algunos bebés. A continuación, podremos ver la explicación científica de este hecho.
Según el experto en oftalmología pediátrica, el Dr. Felipe Escallón, explica: “En recién nacidos, el iris, que es la parte de color de los ojos, es más claro porque aún no se ha acabado de pigmentar, o sea, no se ha depositado en ellos melanina.
Adicionalmente, en prematuros, la córnea, que es la parte transparente delante de la zona de color, puede ser ligeramente opaca, lo que da una sensación no real de coloración grisácea del ojo”, teniendo esto en mente podemos entender porque en los primeros meses de vida los ojos del bebé suelen verse claros.
Ya que el pigmento logra constituirse luego de un par de meses a medida que crecen y en el proceso el iris va obteniendo capas y capas de pigmento volviendo los ojos de un color más oscuro.
A mayor cantidad de pigmento, más oscura será la tonalidad de los ojos, razón por la cual cuando hay poco pigmento al nacer los ojos se verán de un color azul oscuro o un grisáceo.
¿En qué momento empiezan a cambiar el color de los ojos de los bebes?
Es difícil determinar una edad específica donde esto sucede, debido a que suele variar en cada bebé.
A pesar de ello, algunos expertos aseguran que en un gran porcentaje en los primeros 6 meses de vida del infante el color definitivo se establece, pudiendo esto extenderse en algunos casos hasta cumplir el primer año del bebé.
Sin embargo, en algunos casos se ha presentado que no es sino hasta alrededor del segundo cumpleaños del bebé donde se define el color.
Preservar el color claro al nacer
Cuando el bebé nace con esta particularidad, no se puede hacer nada para evitar que cambien de color.
Al menos que el color de sus ojos sea muy claro, proveniente de alguna combinación de genes de sus familiares, de lo contrario, el color claro con el que nació el bebé se irá oscureciendo con el paso del tiempo de manera irremediable.
Se sabe que, en algunos casos, los padres aupados por falsas creencias (mayormente de las abuelas o personas mayores) optan por algunas técnicas ortodoxas como colocar unas gotas de leche o te en los ojos del bebé y en otros casos más extremos gotas de limón como intentos fallidos para la preservación del color.
Varios expertos en pediatría insisten en evitar estas prácticas porque este tipo de sustancias pueden ser la principal causa de conjuntivitis, infecciones, quemaduras en la córnea y en casos extremos ceguera.
De igual forma se generó el mito de que el color grisáceo o azulado de los bebes se debía al período de lactancia del mismo, se decía que en el momento que la madre detenga la lactancia exclusiva con leche materna sería cuando se definiría el color real de los ojos del bebé.
Asunto igualmente errado, ya que esto se debía a la coincidencia entre el cambio de color por la carga de pigmentación y el período de lactancia materna.
Cuestión de genética y raza
Debemos estar plenamente conscientes que del mismo modo que sucede con otros rasgos y características del bebé está previamente establecido en la carga genética desde el comento de la fecundación.
Depende de muchos factores, como la información genética de cada padre o del grupo étnico al que pertenezcan.
Un ejemplo genético es el caso de que si el padre tiene ojos azules (aa) y la madre ojos marrones (AA) todos sus hijos serán aA (a del padre y A de la madre), como el gen dominante es A, lo más probable es que los hijos tengan los ojos marrones.
Aunque se han creado herramientas para determinar el color de ojos del bebé, ciertamente la genética es un poco testaruda y en algunos casos pareciera cuestión de lotería.